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Introducción
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El hidrógeno producido por fuentes de energías renovables, como el viento o el sol, también conocido como hidrógeno “verde” o renovable, colocan a esta Comunidad Autónoma en una situación privilegiada para su producción. Para producir hidrógeno se necesitaría agua, que podría ser dulce o salada, este elemento sería la materia prima. La energía necesaria para producir el hidrógeno sería la procedente del sol o del viento; es decir, fundamentalmente renovable. El proceso industrial que consigue la obtención de hidrógeno, se denomina electrólisis y consiste en romper la molécula de agua (materia prima) mediante electricidad. Se obtendría oxígeno como subproducto. Posteriormente a la obtención del hidrógeno, éste deberá de ser almacenado en tanques para su posterior expedición y uso en diferentes aplicaciones sectoriales.
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Como materia prima en la Industria
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INDUSTRIA QUÍMICA
Especialmente para la industria química: petroquímica, refinerías e industria de los fertilizantes entre otros:
Fabricación de amoníaco "verde" o renovable (NH3):
El amoníaco es un compuesto químico a base de nitrógeno e hidrógeno ampliamente utilizado en la producción de fertilizantes agrícolas (proceso de Haber – Bosch), y como materia prima en variedad de productos químicos industriales: ácido nítrico, fibras sintéticas, explosivos, tintes.
Su rección química es:
N2 + 3H2 -> 2NH3
Muy resumidamente, la producción actual de amoniaco consiste en:
- Obtener nitrógeno a partir del aire mediante un proceso de destilación fraccionada.
- Obtener hidrógeno a partir de gas natural o de otras fuentes mediante un proceso de reformado con vapor y desulfuración.
- Sintetizar amoniaco a partir de nitrógeno e hidrógeno en un reactor catalítico a alta presión y temperatura.
- Separar y purificar el amoniaco de los gases residuales mediante un proceso de condensación y absorción.
- Almacenar y distribuir el amoniaco en forma líquida o gaseosa.
El hidrógeno producido a partir de gas natural, mediante reformado, hace que se emitan 2 toneladas de CO2 por cada tonelada de amoníaco. Aquí se incluyen las emisiones de producción de hidrógeno mediante el reformado, como la energía térmica auxiliar necesaria para el funcionamiento del proceso de la planta.
Producir el hidrógeno por un proceso de electrólisis con energía procedente de fuentes de energía renovable, con el propósito de reducir las emisiones de CO2 anteriores, haría que en el proceso de producción de amoniaco emitiese menos CO2 a la atmósfera, lo que se conoce como amoniaco renovable.
Fabricación de metanol "verde" o renovable (CH3OH):
El metanol es un alcohol muy utilizado en la industria química, como materia prima, en la fabricación de productos químicos básicos: formaldehído y ácido acético, como disolvente industrial y de tintas, tintes, resinas, adhesivos y otros productos químicos más especializados.
Para su obtención, se requiere de un proceso de tipo catalítico partiendo del monóxido de carbono y del hidrógeno. Dicha reacción química utiliza temperaturas y presiones altas, y se suelen necesitar reactores a nivel industrial bastante grandes y complejos.
Su reacción química es:
CO + CO2 + H2 → CH3OH
Muy resumidamente, la producción de metanol consiste en:
- Obtener de un gas de síntesis compuesto por monóxido de carbono e hidrógeno a partir de la combustión parcial del gas natural con vapor y desulfuración.
- Obtención del metanol en un segundo reactor de síntesis, alimentado por oxígeno, en el que el gas de síntesis anteriormente obtenido se comprime hasta las 100 atmósferas, precalentándose para la obtención del metanol.
- El metanol obtenido en el punto anterior deberá de ser purificado. Esto se consigue haciéndole pasar por un intercambiador de calor para bajar su temperatura, consiguiéndose la condensación del metanol (metanol líquido) junto con unas impurezas o residuos propios del proceso.
- Separación del metanol líquido de sus residuos haciéndole pasar por una columna con vapor de agua a baja presión. Los putos 3º y 4º configuran lo que se llama un proceso de destilado.
- Almacenar y distribuir el metanol en forma líquida o gaseosa.
Actualmente, para la obtención del hidrógeno como materia prima para la fabricación de metanol, se usan fuentes de energía fósiles, lo que conlleva que se emita CO2 a la atmósfera.
Para la fabricación de metanol renovable, sería necesario que el hidrógeno producido provenga de fuentes renovables. Por ejemplo, la obtención de hidrógeno mediante el proceso de electrólisis con la energía eléctrica procedente de una fuente de energía renovable.
Por otra parte, el CO2, también utilizado como materia prima para la producción de metanol, deberá de ser capturado de alguna fuente de emisión cercana (lo que se conoce como captura de CO2). Este tratamiento y manejo del CO2 en el proceso de fabricación de metanol, junto con el de producción de hidrógeno renovable, es lo que confiere al metanol el denominarlo metanol “verde” o renovable.
Proceso de refino:
El hidrógeno, desde siempre ha sido un componente imprescindible en el proceso de refino, sin embargo, en los últimos tiempos, se está convirtiendo en un componente esencial. La necesidad de alcanzar un mayor grado de conversión de las fracciones pesadas junto con el uso de petróleos crudos de peor calidad y, en particular, las mayores exigencias de calidad para el medio ambiente que deben cumplir los productos y que además obligan al hidrotratamiento y desulfuración de las corrientes intermedias de proceso, hacen que el consumo de hidrógeno en este tipo de procesos haya aumentado de manera considerable en los últimos años.
Los principales procesos que consumen hidrógeno en refinería son los siguientes:
Hidrodesulfuración. Utilizado para tratar una serie de cortes muy diversos, desde la nafta a gas oíl y los cortes de vacío destilados.
Procesos de Hidrogenación. Hay un elevado número de procesos de hidrogenación para la producción de benceno, ciclohexanos, obtención de parafinas, etc.
Hidrocraqueo e Hidroconversión de residuos pesados. El Hidrocraqueo de destilados a vacío o residuos desasfaltados que operan en torno a 100-200 bar consumen aproximadamente de 25 a 35 kg/t de H2. La hidroconversión de residuos consume entorno al 15 o 25 kg/t de H2 en función del grado de conversión requerido y en función del tipo de refinería. Estas unidades de muy alta presión necesitan el hidrógeno con una pureza en volumen del 99% con el fin de cumplir con todas las especificaciones requeridas.
INDUSTRIA METALÚRGICA
Se está tratando de introducir el hidrógeno a través de fuentes renovables (hidrógeno "verde" o renovable, como materia prima, para la producción de acero con bajas emisiones de carbono.
Hoy en día, la producción de acero es uno de los procesos industriales que más CO2 emite por unidad de producto elaborada, lo que subraya la importancia de descarbonizar este sector. El sector siderúrgico mundial genera entre el 7 y el 9% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) por el uso de combustibles fósiles.
Un alto horno normal, emite aproximadamente 1,8 toneladas de carbono por tonelada de acero. En este sentido, la descarbonización implicaría el desarrollo de nuevas tecnologías basadas en la electricidad o el hidrógeno procedente de fuentes de origen renovable, o incluso, optimizando el límite de la técnica actual.
Las siguientes reacciones convierten sucesivamente la hematita (del mineral de hierro) en magnetita, la magnetita en óxido ferroso y el óxido ferroso en hierro por reducción con monóxido de carbono o hidrógeno:
3Fe2O3 + CO/H2 -> 2Fe3O4 + CO2/H2O
Fe3O4 + CO/H2 -> 3FeO + CO2/H2O
FeO + CO/H2 -> Fe + CO2/H2O
En otro proceso posterior, denominado carburación, se produce cementita o carburo de hierro que es un constituyente de los aceros y otras aleaciones férreas. La reacción química sería la siguiente:
3Fe + CH4 -> Fe3C + 2H2
3Fe + 2CO -> Fe3C + CO2
3Fe + CO + H2 -> Fe3C + H2O
El hierro de reducción directa, también denominado esponja de hierro, es un proceso que, a partir de mineral de hierro preparado en forma de terrones, gránulos o finos, se transforma en hierro metálico, a temperaturas por debajo del punto de fusión del hierro (1.538 ºC). Un ejemplo es el calentamiento del mineral de hierro en un horno a una temperatura alta de 800 a 1200º Celsius (1472,0 a 2192,0 °F) en presencia de un gas de síntesis reductor, mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, en contacto con un gas reductor o con carbono elemental, producidos a partir de la combustión de gas natural o de carbón.
OTROS POSIBLES USOS
Procesamiento de metales: es habitual añadir diferentes proporciones de hidrógeno a las corrientes gaseosas empleadas en diferentes procesos de corte y soldadura, tratamientos superficiales (atomización) y tratamientos en atmósferas especiales (templado, sinterización, fusión, flotación de vidrio, etc.).
Producción de semiconductores: para producir semiconductores dopados, se depositan en una matriz de silicio ciertas cantidades de trazas de elementos (Si, As, Ge, etc.) en forma de hidruros, mezclados con una corriente de hidrógeno de elevada pureza.
Tratamiento de agua: los contenidos demasiado elevados de nitratos en aguas potables pueden ser reducidos por desnitrificación en biorreactores, en lo que las bacterias emplean el hidrógeno como fuente de energía.
El hidrógeno se emplea también para aumentar la temperatura de transición de aleaciones superconductoras, así como gas portador y combustible en cromatología gaseosa. El hidrógeno líquido se usa como refrigerante, por ejemplo, para enfriar metales superconductores a temperaturas inferiores a las de transición.
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Como vector energético
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Un vector energético es una sustancia o dispositivo que almacena energía para su posterior liberación de forma controlada. Se diferencian de las fuentes primarias de energía en que, a diferencia de éstas, se trata de productos manufacturados, en los que previamente se ha invertido una cantidad de energía mayor para su elaboración. Ejemplos de vectores energéticos son las baterías, las pilas, los condensadores, el hidrógeno, el agua contenida en una represa, entre otros.
El hidrógeno es uno de los vectores energéticos que más proyección tiene, ya que se postula como posible candidato para sustituir al petróleo como combustible. Sin embargo, el hidrógeno, por su carácter de vector energético, solo puede ser considerado limpio o sostenible si proviene a su vez de fuentes de energía renovables limpias. Actualmente, el hidrógeno se obtiene en un 95% de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), y solo en un 5% mediante electrólisis.
Ciclo energético del Hidrógeno
La etapa que lo diferencia respecto al uso como materia prima, es que, en este caso, el uso es para producir trabajo, bien sea en forma de calor, para usos térmicos, o bien para electricidad para desplazamiento de objetos y personas.
Por tanto, como portador de energía podríamos describir los siguientes usos:
LLAMAS A ALTA TEMPERATURA
La combustión de una mezcla estequiométrica de hidrógeno y oxígeno conduce a temperaturas de llama comprendidas entre 2.800 ºC y 3.200 ºC, las cuales pueden ser usadas para corte y soldadura en la industria del metal, crecimiento de cristales sintéticos, producción de cuarzo, etc.
GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD
El hidrógeno puede quemarse directamente para la generación de electricidad mediante turbinas de gas y ciclos combinados o directamente como combustible en motores de combustión alternativa. El único producto de su combustión es vapor de agua, estando exento de NOx. Si se controla la temperatura para inhibir la reacción entre el hidrógeno y el oxígeno atmosféricos, se evitaría el CO2, evitando la contribución al calentamiento global.
GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD MEDIANTE PILAS DE COMBUSTIBLE (FUEL CELL)
Las células o pilas de combustible son dispositivos que permiten la conversión de la energía química de una sustancia en energía eléctrica y calor mediante un proceso electroquímico. Esta transformación utiliza directamente la energía libre disponible en el combustible a su temperatura de operación y no está limitada por el ciclo de Carnot, alcanzando rendimientos superiores a los procesos convencionales.
Proceso electroquímico de obtención de hidrógeno verde y generación de electricidad con una pila combustible
COMO COMBUSTIBLE PARA USOS EN EL TRANSPORTE Y MOVILIDAD DE MERCANCIAS Y PERSONAS
Aquí se podría hacer una clasificación dependiendo del tipo de transporte:
Transporte por carretera de mercancías y servicios públicos: Las ventajas de la descarbonizar los vehículos pesados, es que estos son difíciles de electrizar, lo permiten a la tecnología del hidrógeno considerarse como una solución viable en el sector del transporte profesional. Las soluciones emergentes de este combustible en el mercado europeo del vehículo comercial confían en las iniciativas públicas en proyectos con autobuses urbanos, los camiones de mercancías y de servicio municipal. Hay también modelos de vehículos de camiones pesados para el transporte de mercancías a grandes distancias, que comercializan ya más de tres fabricantes.
Los vehículos turismos y comerciales, propulsados por hidrógeno, se desplazan usando la electricidad que se genera en una pila de combustible instalada en el interior del vehículo. Mediante el suministro de hidrógeno almacenado en depósitos, la pila combustible produce electricidad, que alimenta a un motor eléctrico para el desplazamiento del vehículo. Además, estos vehículos, disponen de un sistema de almacenamiento o batería para la recuperación y almacenamiento de la energía producida en las frenadas y cambios de pendiente. Las emisiones que generan es agua limpia, ya que con estos vehículos se eliminan las emisiones de CO2 (y de otros gases como el HC, CO y NOx) que producen los vehículos de combustibles fósiles.
Para usos del transporte en ferrocarril, el hidrógeno es una solución idónea para la descarbonización de la red española que está sin electrificar (aproximadamente un tercio de la red).
Transporte marítimo: los barcos suelen utilizar el fuelóleo, aunque ya cada vez menos, un tipo de combustible que contiene altos niveles de sustancias químicas y partículas nocivas. Las emisiones resultantes tienen altos niveles de óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx), monóxido y dióxido de carbono (CO, CO) y un alto nivel de material particulado (PM); y las concentraciones varían según la posición, el movimiento y la velocidad del barco.
En referencia a los combustibles alternativos al anterior, el gas natural licuado (LNG) como combustible marítimo es una opción ya que, después de 25 años de su promoción, existen más de quinientos barcos alimentados con este combustible, sin contar los buques metaneros puros. El hidrógeno está despertando el interés, como potencial combustible con cero emisiones. Puede ser almacenado a bordo de un buque como hidrógeno líquido en tanques criogénicos (LH2) a -253°C, comprimido en recipientes de alta presión (CH2), o almacenado en forma de metal hidruros. Posteriormente, este combustible alimentará a una Pila Combustible de hidrógeno, a escala de megavatios (MW), que moverá unas hélices mediate enormes motores eléctricos alimentados desde dicha pila combustible.
Transporte aéreo: En este sector, el hidrógeno podría utilizarse en una pila de combustible (fuel cell) para convertir hidrógeno y aire en agua y electricidad, mediante un proceso electroquímico. La electricidad generada podría alimentar motores eléctricos que accionen una hélice. Por otro lado, el hidrógeno también puede utilizarse directamente para propulsar aviones quemándolo en un motor de turbina de gas, como se hace hoy en día con el combustible para reactores. El hidrógeno puede almacenarse a bordo del avión como líquido a baja temperatura o como gas comprimido a alta presión. Estas tecnologías pueden utilizarse por sí solas o configurarse de manera híbrida para aumentar sus prestaciones.
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Almacenamiento y distribución de hidrógeno
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El hidrógeno, al ser un compuesto de muy baja densidad, para su uso final es necesario distribuirlo y almacenarlo de forma segura. El hidrógeno se puede almacenar físicamente en forma líquida, gaseosa o sólida.
El hidrógeno en estado gaseoso almacenado a temperatura ambiente, para poder aumentar su densidad energética a niveles de los actuales combustibles fósiles, requiere de soluciones de alta presión para su almacenamiento y transporte. En automoción, para que un vehículo que consuma hidrógeno tenga la misma autonomía que uno que consuma diésel o gasolina, para el mismo volumen de almacenamiento, necesitaría que el hidrógeno estuviera a una presión de 700 bares. (Los tanques de los camiones y autobuses lo suelen almacenar a una presión de 350 bar).
El punto de ebullición del hidrógeno líquido es de -252,9 °C. Debido a su punto de ebullición criogénico, el hidrógeno líquido requiere refrigeración ultra baja para ser almacenado de manera segura. También podría ser almacenado y transportado de manera natural (por ejemplo, los denominados portadores de hidrógeno orgánico líquido – LOHC).
El almacenamiento de hidrógeno sólido consistiría en la tecnología de hidruros metálicos donde el hidrógeno se almacena por un proceso de absorción en la red cristalina del hidruro metálico.
Además, se puede hacer una distinción entre los grandes sistemas para el almacenamiento y distribución y pequeñas infraestructuras in situ.
Una opción es el almacenamiento subterráneo de hidrógeno, por ejemplo, en grandes cuevas de sal construidas con hasta 1000 metros de profundidad cerca de grandes instalaciones de hidrógeno y de electrolizadores.
Por último, la transmisión de hidrógeno a través de conductos es una buena solución si se necesita distribuir grandes cantidades de hidrógeno. Teóricamente, un gasoducto de metano podría transportar casi la misma cantidad de energía utilizando hidrógeno. Sin embargo, es posible que acorte considerablemente la vida útil del gasoducto, ya que el hidrógeno es muy reactivo y podría reaccionar con los componentes que constituyen los aceros (principalmente el carbono).
Existe también la posibilidad de mezclar hidrógeno con gas natural para disminuir estos riesgos y reducir las adaptaciones necesarias en el gasoducto. Actualmente, se ha llegado a un máximo del 20 % de mezclas de hidrógeno con gas natural, sin que se alterara o afectara al proceso de transporte y/o distribución.
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Valles de hidrógeno
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El concepto de los valles de hidrógeno fue desarrollado por la Unión Europea para describir la primera fase de la nueva economía del hidrógeno. Su objetivo es comenzar a producir este gas renovable en entornos industriales concretos, cerca de las empresas consumidoras. Los valles de hidrógeno facilitarían tanto la producción como el consumo de esta flexible molécula. Puede, por ejemplo, utilizarse con fines industriales, producir combustibles sintéticos o servir como apoyo al sistema eléctrico. En Castilla y León, se están tratando de desarrollar valles de hidrógeno que permitirían el despegue de este combustible alrededor de nuestra geografía nacional.
¿Qué se necesita para crear valles de hidrógeno? Para crear valles de hidrógeno, se requieren clústeres industriales donde se promocionan tanto los proyectos de producción de hidrógeno con el fin de encontrarle un uso en la amplia aplicación que pueda darse en su uso final. La colaboración entre empresas e instituciones es esencial. Nuestra Comunidad Autónoma tiene una posición ventajosa para lograrlo, ya que ya hay empresas que se han sumado a la Asociación del Hidrógeno de Castilla y León (H2CyL), promoviendo investigación y tecnología relacionadas con este recurso natural. Además, contamos con los recursos renovables esenciales para generar hidrógeno de forma sostenible.
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Sistemas de garantía de origen
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Un Sistema de Garantía de Origen (Power Purchase Agreement o PPA) es un instrumento que asegura la gestión y actualización de la titularidad y control de las garantías de origen otorgadas a los gases renovables producidos a partir de fuentes de energía renovables. Las Garantías de Origen son similares a las ya existentes para la electricidad producida con energías renovables. Una garantía de origen es un certificado electrónico que acredita el carácter renovable de 1 MWh de gas 100 % renovable y aporta información de detalle sobre su producción.
Establece la definición de estas garantías, su contenido, las condiciones de expedición, así como la habilitación para la designación de una entidad responsable de su gestión y el procedimiento de gestión del citado sistema.
El ámbito de aplicación sería para cualquier gas producido a partir de fuentes renovables, para cualquier tecnología de producción existente o futura, cualquier logística de producción:
- inyección en el Sistema Gasista
- canalizaciones aisladas
- Off-grid (cisternas)
- autoconsumos.
Para el “gas combustible procedente de fuentes renovables, aplicable al hidrógeno renovable, al biogás y a cualquier otro gas de origen renovable que se determine por resolución de la persona titular de la Secretaria de Estado de Energía”
Transitoriamente, se ha designado al Gestor Técnico del Sistema como Entidad Responsable del Sistema de GdO del gas procedente de fuentes renovables.