La superficie forestal en Castilla y León se sitúa en el entorno de 2,1 millones de hectáreas (ha), de la cuales tres cuartas partes corresponden a superficies densamente pobladas. La producción estimada de residuos forestales se encuentra en algo mas de 7 millones de toneladas de materia seca, con una equivalencia energética aproximada de más de 3 millones de toneladas equivalentes de petroleo (tep).
La superficie agrícola en Castilla y León se sitúa en mas de 2,5 millones de ha, de las cuales la inmensa mayoría (en torno al 80%) corresponde a cereal. La producción de residuos agrícolas procede de los cultivos leñosos (podas de viñedo, frutales y otros), cultivos herbáceos (cereal, maiz, etc.) y cultivos industriales (remolacha, algodón, oliva, etc.).
Dicha producción de residuos alcanza un total de 5.347 millones de toneladas, con una equivalencia energética aproximada en el entorno de 2 millones de tep.
Si se integran los potenciales de los residuos forestales y los agrícolas, el potencial energético bruto de Castilla y León obtenible de estos recursos, se sitúa en 5,1 millones de tep con la siguiente distribución provincial:
Condicionantes técnicos, socioeconómicos y geográficos podrían reducir el potencial energético global anterior, en el entorno de una cuarta parte.
Los residuos ganaderos engloban una serie de subproductos susceptibles de ser transformados mediante diferentes procesos. El censo ganadero de Castilla y León alcanza prácticamente los 10 millones de cabezas, con el 60% ovino, 30% porcino y 10% bovino. La producción total de residuos se sitúa en el orden de 15 millones de toneladas, con una valorización energética (solo considerando bovino y porcino) de casi 250.000 tep.
Finalmente, sumando los potenciales de los residuos forestales, agrícolas y ganaderos, el potencial energético de Castilla y León obtenible de estos recursos, se situaría en 5,4 millones de tep.
Los cultivos agroenergéticos se caracterizan tanto por su objetivo de aprovechamiento energético, como por la producción de una gran cantidad de materia por unidad de espacio y tiempo, minimizando las labores necesarias para el cultivo. En Castilla y León, utilizando únicamente la superficie dedicada al barbecho, así como el 20% de la superficie cultivada y restando la superficie dedicada al barbecho tradicional y agroambiental, se obtendría una superficie útil de 800.000 ha.
Los datos sobre el consumo total de biomasa residual en Castilla y León, proporcionan una cifra del orden de los 400 mil tep, 14% del sector industrial y 85% del sector doméstico. De ese alto potencial, sólo una parte es susceptible de obtener en condiciones técnicas y económicas adecuadas.
Según el Plan de Fomento de las Energías Renovables (PFER), Castilla y León es la Comunidad Autónoma de mayor contribución. De hecho, solo y exclusivamente la biomasa de nuestra Comunidad Autónoma, aportará el 17% (14,6 millones de tep) de los objetivos totales del Plan para todas las energías renovables, siendo 950 mil tep, los correspondientes a los cultivos energéticos y los 650 mil restantes, a residuos.