Las energías renovables han constituido una parte importante de la energía utilizada por los humanos desde tiempos remotos. El tender la ropa, la navegación a vela, los molinos son buen ejemplo.
La navegación a vela, los molinos de viento o de agua y las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar la del sol, son buenos ejemplos de ello.
Las energías renovables son aquellas que provienen de fuentes energéticas que se renuevan en un período bastante corto a escala humana. La energía solar, por ejemplo, se renueva inmediatamente, porque el Sol continuamente está emitiendo radiación; la energía hidráulica que se obtiene proviene del agua evaporada de los mares, ríos, o del deshielo que tarda días o semanas en generarse; cuando obtenemos energía de biomasa (quemando madera, por ejemplo), ésta se renueva en el tiempo que tarda un árbol en volver a crecer.
Y así, hay muchos ejemplos que hacen que estas fuentes de energía se renueven continuamente. Se trata de fuentes de abastecimiento inagotables, mientras que no se agote la energía del Sol. La radiación solar es la causante de los diferentes ciclos naturales precursores de estas energías. Como resultado, tenemos las corrientes de agua en los ríos o los mares, el viento y las olas, los árboles y, por tanto, la leña, el calor del Sol, etc. El aprovechamiento de estas fuentes de energía representa dos claras ventajas respecto a los combustibles fósiles. Una de ellas es que no producen gases de efecto invernadero ni otras emisiones, contrariamente a lo que ocurre con los combustibles fósiles. Además, las energías renovables no representan ningún riego para la población.
Pero no todas las energías renovables son respetuosas con el entorno, pues de energías renovables hay las limpias y las contaminantes. Entre las energías renovables limpias hay algunas muy conocidas como la solar (del sol), la eólica (del viento), la hidráulica (de corrientes de agua dulce) y otras menos conocidas como la geotérmica (del subsuelo), mareomotriz (de mares), la undimotriz (de las olas) y la energía azul (osmosis entre agua dulce y salada).
Las energías renovables contaminantes se obtienen de materia orgánica: biomasa, biodiesel, biogás, excrementos, basuras, etc. Son combustibles renovables que emiten contaminantes atmosféricos en su combustión, básicamente CO2 y dejan un residuo sólido, cenizas.