Consejos para mejorar los hábitos de consumo
Introduciendo pequeños cambios en los hábitos de uso de los distintos aparatos y sistemas eléctricos es posible disminuir progresivamente el consumo de energía en el hogar o el trabajo sin que ello suponga una pérdida de confort. Cada gesto individual supone, en este sentido, un gran avance. Cuando estos pequeños gestos además son asumidos por el conjunto de los ciudadanos el ahorro crece y se consolida.
Algunas prácticas al alcance de todos los ciudadanos son las siguientes:
- Adquirir aparatos eficientes. Todos los aparatos, de acuerdo a la normativa europea, han de incorporar una etiqueta energética que informe de su comportamiento energético. Este nivel de eficiencia se representa mediante siete letras de la A a la G. Los electrodomésticos de clase A son los que obtienen un mayor rendimiento de la energía que utilizan.
- Regular adecuadamente la temperatura de los sistemas de climatización, utilizando la ropa adecuada para cada época del año. Reducir la temperatura del aire acondicionado o aumentar la de la calefacción un grado representa un incremento del consumo del 8%.
- Desconectar los equipos que no se están utilizando. Los aparatos en modo stand by continúan consumiendo energía.
- Utilizar los temporizadores para que determinados electrodomésticos funcionen durante las horas de menor demanda.
- Aprovechar la luz y el calor solar como fuentes de iluminación y calefacción naturales.
- Aprovechar las corrientes de aire y los sistemas de protección solar (toldos, persianas...) para reducir la temperatura en el hogar y el uso del aire acondicionado.