Aplicaciones ambientales

Mediante la utilización de radiaciones ionizantes se pueden determinar los compuestos contaminantes que hay en el aire, el agua o el suelo, o medir las impurezas que hay en un producto o material (por ejemplo, la cantidad de azufre que hay en un tipo de petróleo).

La interacción de las radiaciones con los átomos de los elementos que forman el medio analizado permite conocer con exactitud su composición. Haciendo los análisis de los isótopos presentes en la atmósfera se pueden calcular los liberados de CO₂ y gases de efecto invernadero en un determinado lugar, y así saber su contribución al calentamiento global.

Con esta técnica, se han conseguido también erradicar plagas de insectos como la mosca Tsé-Tsé. Se reproducen un gran número de ejemplares en plantas de cría, se esterilizan sexualmente con radiaciones gamma, y se liberan en la zona afectada por la plaga porque cuando se unan con insectos salvajes no criarán. Se puede hacer servir igualmente para eliminar gérmenes patógenos de aguas residuales o para tratar aguas contaminadas.